Habiendo alcanzado la cima del éxito en el mundo de los negocios a
una edad temprana, Stephen se encontró aburrido, inquieto y vacío.
Buscar en todos los lugares equivocados algo que llenara el vacío
en su alma pronto lo llevó a adicciones de todo tipo, depravación,
desempleo y, finalmente, a la falta de vivienda. Su pecado lo llevó
a la cárcel al final de su vida, pero finalmente clamó a Dios. Su
historia del perdón y la redención de Dios ha dado esperanza a los
prisioneros de todo Estados Unidos. Para él, "Jail-House Religion"
ha sido real, empoderador y transformador.